Cuando comienzas a amarte a ti mismo, haces aflorar en ti la esencia más pura de tu Ser. Tu universo comienza a crecer, a expandirse e interactuar con otros; de esta manera experimentas el verdadero amor, porque comienzas a fusionarte con otros universos.
Esto no es egoísmo, es sabido que no puedes compartir lo que no tienes; vinimos para sanar a través del Amor, amándonos; para de esta forma ayudar a sanar a otros y amar a todo y a todos.
Cuando no experimentas esto, lo único que expandes de ti son partes que poco tienen que ver con tu esencia, con tu divinidad, con tu alma; son tus miedos, son tus expectativas, tus egos, tus necesidades.
El Amor es la materia prima con la que fuimos creados, nuestro alimento, nuestro combustible, nuestra medicina, nuestra razón de Ser. Llénate y nútrete del amor universal; crece, expándete a través de él y entonces compártelo. Tú cambias y todo cambia.
Lo que no vibre con ese amor indefectiblemente terminará por alejarse de tu universo, pero no debes sentir culpa porque le mostraste que ese amor existe y es real. Dejaste una semilla ahí y entonces partirá en busca de un lugar propicio donde pueda hacerla germinar. Hiciste tu tarea, ayudándolo a sanar a través de tu Amor.
Vibra en amor, llénate de amor, ámate, expándete, fusiónate en el Amor que todo lo es y que por ende eres.
Haz de tu cuerpo el vehículo, de tu corazón el motor y del Amor el combustible para que se fusionen en UNO y en TODO; y así te recuerden siempre el Ser de Amor y Luz que eres.
Gus.
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